La Pedida... Parte I

Hace unos meses recibí la invitación al matrimonio de mi gran amigo Christian "ñafo" Bardales, compañero de fútbol, juergas y travesuras de aquellas épocas doradas en el barrio de Córdova - Lince, él decidió iniciar su vida en Medellín al lado de su gran amor María Fernanda, por lo tanto estar presente en este importante evento ameritaba realizar un viaje a las cálidas tierras Colombianas.

En cuanto recibí la invitación le comenté a Melissa que me moría de ganas de estar con mi amigo en el gran día, y que por favor averigüe sobre los pasajes para ver si era posible hacerlo. Bueno, para los que conocen a Melissa sabrán que es la persona mas pro activa del mundo, a los 2 días ella ya tenia resevados dos pasajes Lima - Medellín - Cartagena - Bogotá - Lima jajajajajaja, ella sabe como convencerme, así que tomamos la decisión y los compramos.

Llegaron días de mucho trabajo para ella y para mi, nos distrajimos mucho y los días y meses pasaron muy rápido sin darnos cuenta. Cuando reaccionamos sólo faltaban 3 semanas para el viaje y no habíamos hecho nada para prepararnos. Empezamos cambiando el dinero para la bolsa de viaje, luego comprando algo de ropa para ese clima tan tropical, Melissa haciéndose las uñas y yo cortándome el pelo, pasando tiempo con nuestras mamás ya que no pasaríamos su día con ellas, y así se nos pasaban mas los días.

Había una idea que me rondaba por la cabeza desde el momento en que Melissa mencionó la visita a Cartagena, y era lo bonito que sería pedirle la mano en esa ciudad tan hermosa y llena de historia, así que con mucha esperanza de poder concretar esta idea, inicié con las gestiones para poder lograrlo.

El anillo de compromiso: no voy a negar que recibí mucha ayuda de mi madre y mi hermana en este tema, ellas tienen muy buen gusto y yo confiaba en ellas para tan importante tarea. Nos dirigíamos a una joyería a comprar el anillo que ellas me habían recomendado luego de tanta búsqueda, cuando de pronto nos topamos con un local que no habíamos visto y mi hermana nos dice "hay que entrar a ver por si acaso", una vez adentro, y luego de hablar mucho con la señora que nos atendió, ella sacó un diamante de su caja fuerte y nos lo mostró, en cuanto lo vi imagine la cara de Melissa recibiéndolo de mis manos, y bueno las lágrimas derramadas por mi mamá y mi hermana ayudaron mucho para tomar la decisión.

El lugar perfecto: busqué y busqué en Internet "lugares a visitar en Cartagena", "mejores restaurantes de Cartagena", "lugares mas románticos de Cartagena", "restaurantes mas románticos de Cartagena", etc, etc, etc jajajajajaja. Luego de revisar mil lugares en google, encontré uno que me pareció perfecto para el momento, justo lo que quería.

Con todo esto listo, y con la mas grande ilusión y nerviosismo del mundo, embarcamos hacia Colombia, cuidando el anillo como a mi vida y con ansias por saber como concluiría toda esta historia...