lunes, mayo 19, 2014

La Pedida... Parte II

Con todo "listo" para realizar el viaje a Colombia surgió el primer problema, la caja del anillo era muy grande como para pasar desapercibida, así que tuve la genial idea de guardarla en el bolsillo del saco del terno que estaba llevando para el matrimonio de mi amigo Ñafo, esto porque el anillo es tan valioso para mi que no quería que se separara de mi lado. Todo el viaje estuve toquetando la funda del terno pensando que alguien tenía la mano mas rápida que yo jajajajajaja, y misteriosamente Melissa ni se daba cuenta, el plan estaba funcionando.

Viajamos con la familia de mi amigo por lo que muchas veces tuve que fungir de cargador de maletas de un lado para otro y siempre con la funda del terno entre los dedos, entre los dientes, entre los brazos, de todas las formas posibles mientras Meli me decía: "gordo, yo te ayudo con eso", "no mi amorcito, relajate que ya estamos de vacaciones y no quiero que hagas ningún esfuerzo", obviamente yo sabia que apenas tocara la funda ella con su instinto de investigadora profesional iba a sacar todo mi esfuerzo al descubierto.

Llegamos a Cartagena, para los que no han tenido la suerte de visitar esa tierra les digo esto: EL CALOR ES INSOPORTABLE!!!!!! jajajajajaja, en cuanto llegamos al hotel que habíamos separado para esos días Melissa se metió a la ducha para bañarse con agua helada (que allá es tibia), es ahí cuando yo aproveche para abrir la funda y darle una ultima revisada y confirmar que todo estaba OK. Primer paso del plan cumplido.

Una vez instalados Melissa quiso ir a la playa, el problema es que eran las 3:30 de la tarde y la reserva que yo tenía en el restaurante era para las 7:00 de la noche, yo no sabía a que distancia estaba el local, no sabía como era el tráfico en Cartagena, así que decidí persuadir a mi entonces enamorada para no ir a la playa y mejor visitar tiendas y almorzar algo ligero y así tener tiempo para acicalarnos para nuestra cena romántica, por suerte ella aceptó. Segundo paso del plan cumplido.

Llegaron las 6:30 de la tarde y nos dirigimos hacia el restaurante, no había tráfico, la distancia no era tan larga, así que llegamos recontra temprano jajajajajaja, los meseros recién arreglaban las mesas, el local estaba vació, así que nos sentaron en unos muebles que daban justo al frente de la mesa que tenia separada, felizmente había un pequeño murito que no dejaba ver completamente.

Las anfitrionas ya sabían quien era yo, puesto que les había comentado sobre todo mi plan por correo electrónico, así que trataron de hacer que la preparación del ambiente pase lo mas desapercibida posible. Mi novia sentada con un precioso y sexy vestido amarillo me decía: "sacate el blazer gordo!!!... no seas indio!!!... hace calor!!!!", al ver que las gotas de sudor caían por toda mi cara, desde la frente hasta los labios jajajajaja, obviamente ella no sabía que tenía el blazer puesto porque es el único lugar donde podía guardar la caja del anillo sin que se de cuenta, y que lo que en verdad quería hacer era quitarme toda la ropa y tirarme de clavado a la bahía.

Minutos después la anfitriona se acerca y nos dice: "señor Dávalos, su mesa esta lista". Mientras caminabamos hacia la mesa, Melissa se dio cuenta que los 4 mozos y las dos anfitrionas que iban y venían cada dos minutos estaban arreglando nuestra mesa. La cara que puso cuando vio la mesa, la decoración, y la vista no la explicaré, la guardo solo para mi, únicamente les diré que me sentí casi tan orgulloso como cuando me dieron el título universitario. Tercer paso del plan cumplido.

Entonces llegó el momento. El cuerpo me sudaba, las manos me temblaban, mi mente viajaba a mil, pero la cuarta y ultima parte del plan tenía que ser cumplida, así que procedí con mi discurso no planificado: 

Edu: Mi vida, sabías que el día que tome la decisión de hacer este viaje contigo también tomé una decisión muy importante?, pensé en todos los años que nos conocemos, pensé en toda la felicidad que me diste en este tiempo, pensé en como me ayudaste a ordenar mi vida, pensé en como te quiere mi familia y como yo quiero a la tuya... esto que hice para ti lo hice con la intención de hacerte sentir especial, y que te des cuenta lo mucho que te quiero...
Meli: te amo mi vida, gracias por todo
E: creo que todo esto no es suficiente, quiero que sea aun mas especial
M: es perfecto gordito
(empecé a meter la mano en el bolsillo interno de mi blazer que estaba colgado en la silla)
M: que haces?... que haces?
(saque la cajita donde estaba el anillo, la puse frente a ella y la abrí)
E: te amo con todo mi corazón... quieres ser mi esposa??? quieres casarte conmigo???

Melissa se quedó callada y con la boca abierta por 30 segundos, para mi fueron como 2 horas. La vi con ojos llorosos, ella se acercó, me abrazo y por fin lo dijo:

SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, SIIIIIIIIIIIIIIIIII

Mi cuerpo se soltó, el estres se fue, y por fin me pasó, me convertí en el hombre mas feliz del mundo.

No les voy a mentir, luego de la enorme alegría de esos minutos, lo que siguió fue incertidumbre, creo que originada por el shock en el que ambos estábamos por el gran paso que acabábamos de dar. No fue sino hasta el día siguiente, que despertamos uno al lado del otro, y celebramos de felicidad.


Esa fue la historia de la pedida, se que los que nos conocen bien la vivirán y sentirán igual como lo hicimos nosotros, y los que no nos conocen tan bien, espero no haberlos decepcionado con esta segunda parte. De todas formas les agradezco a todos por el cariño que nos demuestran. Un fuerte abrazo, los queremos.

Melissa & Eduardo. Los flamantes novios. =)

2 comentarios:

  1. Ahh Q bello recién leo completo me emocionó me emocionó Q gran momento! !! Toy emocionadisima con tu relato tendrán una romántica historia para contar a sus hijos y nietos <3

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  2. así es, y quedará guardada aquí para que la vean cuando quieran... =)

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